A modo de presentación....

Siempre me ha gustado escribir, cuando una emoción me desborda y los sentimientos se me alborotan, escribo.....
Este rincón parece un buen lugar para compartir todo eso que escribo y también aquello que no me pertenece y que, recogido de diferentes fuentes, he tomado prestado.....
Y ya puesta a compartir, os dejo una relación de mis libros favoritos, una pequeña y variada muestra de la música que me gusta con enlaces a YouTube, algunas noticias y artículos de actualidad o divulgación...., en fin, de todo un poco


viernes, 21 de diciembre de 2018

Y los hombres.., qué sienten?



Cualquier mujer está expuesta a sufrir maltrato, agresión, vejación, humillación, violación e incluso asesinato, por el simple hecho de ser mujer. Cualquier mujer, desde que es niña hasta que peina canas, alberga en su interior el MIEDO, miedo cuando caminas por la calle y de pronto ves a uno, o a un par o a un grupo de hombres y cambias de acera…, miedo cuando sales y al regresar a casa, de noche, escuchas pasos tras de ti, miedo cuando entra un desconocido en el ascensor, miedo cuando vuelves a casa y aparcas tu coche en el garaje…., miedo si vas sóla a dar un paseo por la playa o por la montaña…. , miedo si sales a correr, a hacer deporte, temprano en la mañana o al anochecer…. 

De verdad pensáis que ese MIEDO en mayúsculas y esos diversos miedos los experimentamos las mujeres porque somos todas unas histéricas paranoicas? Creeis que las mujeres que nos posicionamos como feministas somos unas “feminazis”?...., porque son calificativos que se suman al miedo y nos golpean injustamente.

Vosotros los hombres, compañeros, maridos, amigos, padres, hijos de mujeres que sienten MIEDO, habéis sido testigos y partícipes de esos miedos diversos, las habéis esperado despiertos cuando han salido de noche, las habéis llamado infinidad de veces al móvil hasta que regresan a casa, sanas y salvas, las habéis ido a recoger o las habéis acompañado en infinidad de ocasiones...., 

Por qué?,  porque vosotros los hombres, sentís temor por ellas, por lo que le pueda suceder a una mujer que os importa y sin embargo, os aseguro queridos hombres, que vuestro temor no es comparable en absoluto con el miedo que sentimos todas nosotras.

Así que a vosotros apelo, avalada por ese amor que sentís por vuestras mujeres, a que hagáis visible ese TEMOR que sentís todos, que, aunque no es lo mismo que el MIEDO que sienten ellas, puede que se vaya pareciendo cada vez más, sobre todo cada vez que una mujer es violada y asesinada y no podéis evitar sentir HORROR e intuir el terrible DOLOR que supondría para vosotros que la próxima pudiera ser ELLA.

Y hacerlo visible, mis queridos hombres, significa asumir que quienes agreden y matan a las mujeres también son hombres, como vosotros, que esos hombres, educados en el patriarcado, como vosotros, no consideran a la mujer un ser humano igual al hombre, porque ellos se sienten superiores, son unos machotes, ajenos a sensiblerías, delicadezas y otras mariconadas propias de mujeres y gays…, ellos utilizan a las mujeres, las consideran un objeto y cuando de algún modo se emparejan con una mujer, la consideran un elemento de su propiedad, de ahí la terrible lacra de la violencia de género en el seno familiar.

Ese concepto que tienen los hombres que humillan, maltratan, violan y matan a mujeres, cuenta con la complicidad, el silencio e incluso el respaldo de muchos de vosotros, los hombres!


Y mientras vosotros no alcéis la voz para acallarles, mientras consintáis que en vuestra presencia, otros hombres, realicen comentarios machistas e incluso indignos y asquerosos acerca de una mujer, mientras no seáis capaces de ver este problema, como un problema vuestro, de hombres! Mientras no os posicionéis abiertamente, sin remilgos, al lado de las mujeres contra esos hombres,  mientras eso no ocurra, les estáis dando alas a ellos y defraudándonos a nosotras. 


En definitiva y, al margen de otras cuestiones que corresponden a las responsabilidades políticas y de la sociedad en general, mientras vosotros, los hombres, permanecéis quietos, a nosotras, las mujeres, nos siguen golpeando, violando y matando!


Y ahora decidme, frente a eso, qué sentís?
 
Carmen Rocamora
(contadora de historias)
21 de diciembre de 2018

martes, 20 de marzo de 2018

El despertar….



Han pasado ya 11 años y el recuerdo sigue vivo
fue el primer día que yo me incorporaba al trabajo
y tú te quedabas sólo en casa, después del ictus
era el regreso a casa después de dos semanas de hospital
sin referentes, sin pautas, sin respuestas….

De pronto llegó el despertar…
y te encontraste completamente sólo y aislado
con agujeros repletos de inseguridad y miedo
en el lugar que antes ocuparon
las neuronas que el ictus te había matado

Y me llamaste una y otra vez por teléfono…
dos, cinco, ocho, doce, veinte veces
en muy poco tiempo
y yo, consciente en la distancia de tu angustia...
impotente, rabiosa, desconcertada…

Y acudí al sindicato buscando soluciones
con voluntad firme, tragándome las lágrimas
a sabiendas de tu necesidad de mí
consciente de que debía luchar por ti
y tuve suerte de pertenecer al lugar donde trabajo

Encontramos el modo normativo necesario
para pasar el mayor tiempo posible a tu lado
y poco a poco comenzaste la andadura
casi a ciegas, abandonando hábitos y esquemas
reaprendiéndolo prácticamente TODO!

El ictus es un auténtico terremoto
que arrasa por completo las vivencias
que modifica gestos y emociones
genera angustias e inseguridades
y rompe costumbres, deseos y reglas

Después de un ictus, surge una vida nueva
ya nada vuelve a ser lo mismo
y asumir eso, nosotros bien lo sabemos, cuesta!
pero difícil no es lo mismo que imposible
y poniéndole empeño y ganas, se consigue

No hubo pautas que nos orientaran
es algo que el sistema sanitario debería proporcionar…
pero tuvimos a nuestros hijos, familia, amigos
compañeros de trabajo, siempre a nuestro lado
y aquí estamos, sobreviviendo al ictus, un año más!

Carmen Rocamora
(contadora de historias)
20 de marzo de 2018

Ángel, esta mañana he tenido este recuerdo, luego vinieron las malas noticias, hoy es un día especialmente duro..., sabes que yo sigo aquí, a tu lado

martes, 20 de febrero de 2018

Pasan los años….



Pasan los años y yo no olvido
y no sólo no olvido
es que el recuerdo se siente tan vivo
que me parece estar ahora mismo
viviéndolo!

El instante preciso y el proceso
el antes y el después
de cada uno de sus nacimientos

Pasan los años y, sin embargo,
para mí son y serán siempre, mis niños
porque el sentimiento no mengua un ápice
al contrario, crece y crece
y se siente cada año que pasa, más intenso!

Pasan los años y yo estoy algo más cansada
más lenta, más arrugada…
pero basta que ellos digan MADRE!!
para que acuda yo como un cohete
a ocuparme de lo que haga falta!

Que ahí sí que estoy ágil
rápida y dispuesta
y no hay cansancio ni excusas que valgan

Pasan los años y aprendo de ellos cada día
mil veces más de lo que yo les enseñé
porque son sus capacidades y su sabiduría
muchísimo más grandes que las mías
como debe ser!

Y así es como cada año que pasa
les amo y les admiro con locura
y agradezco cada rato, cada charla,
que me ofrecen a cambio de comida
y sigo aprendiendo y creciendo junto a ellos

Y así quiero que siga sucediendo
y mientras tanto….,
pasan los años!

A mis hijos...., feliz cumpleaños a ambos, OS AMO!  

Carmen Rocamora
(contadora de historias)
20 de febrero de 2018

viernes, 12 de enero de 2018

Miradas….




Anoche me miré en el espejo…
y me ví bella
no era como otras veces, no
no me ví guapa, atractiva o favorecida
me ví realmente bella!

Todos los días me miro al espejo varias veces,
(como creo que hace todo el mundo)
por las mañanas, para maquillarme y peinarme
a media mañana, cuando  salgo a desayunar
y cuando vuelvo…, luego alguna que otra mirada más
y por la noche, cuando me desmaquillo

Pero anoche, anoche fue diferente…
me sentía bien, tranquila, en paz conmigo misma
y también con el entorno
y al acabar de desmaquillarme y lavarme los dientes
me detuve frente al espejo y me miré

Y ví ante mí a una mujer madura y bella
pese a las arrugas y manchas en la piel del rostro
pese a la falta de tersura
y a la ausencia de luminosidad
pese a todos los signos evidentes de la edad

O quizá precisamente, por todo eso
y por lo que ví en sus ojos…
por su mirada, en la que pude ver
y reconocer, sin ningún género de duda
a la mujer de 62 años que soy

Anoche descubrí, a través de mi mirada
que no soy ni más o menos guapa,
ni más o menos fea…., que era la mía
la imagen que me devolvía el espejo
y que  era el rostro de una mujer bella

Carmen Rocamora
(contadora de historias)

12 de enero de 2018