La vida está repleta de ellas,
cualquier momento, cualquier cosa
cualquier relación, cualquier persona
que termina siendo significativa
fue sin duda en sus inicios
una absoluta insignificancia
Cómo si no íbamos a percibir
lo importante y trascendente
lo extraordinario y magistral
cómo alcanzar el éxtasis
sin ese cúmulo de hechos y circunstancias
menudas e insignificantes
Cuando nos sentimos plenos de dicha
o terriblemente desgraciados
cuando todo marcha sobre ruedas
o si ponemos un circo nos crecen los enanos
habría que valorar hasta qué punto
es significativo o no cada momento
Puede que en realidad lo que sentimos
no sea tan bueno ni tan maravilloso
tan malo ni tan desastroso
puede que todo dependa
de cómo a las insignificancias
le otorguemos importancia y trascendencia
Carmen Rocamora
(contadora de historias)
5 de febrero de 2014
Para ti un ramo de insignificancias, son rosas y sentimientos, son amapolas y comprensión, son jazmines y respeto. Y un abrazo-lazada de admiración
ResponderEliminarPara tí un abrazo muy fuerte y mil gracias por un comentario tan bonito, saltos y brincos!!
ResponderEliminar