Vivimos salpicados de momentos
dulces, amargos, rápidos, lentos
que se sienten de manera diferente
que se disfrutan o se padecen
Vivir es saltar de un momento a otro
consciente o inconscientemente
saborearlo o no darse ni cuenta
olvidarlo al instante o guardarlo para
siempre
Todo depende de cómo ese momento
arañe levemente nuestra piel
o penetre hasta lo más profundo
allá donde se teje el sentimiento
Y de la intensa o efímera emoción
que ese preciso momento desencadena
y si provoca lágrimas o risas
o simplemente absoluta indiferencia
Así la vida pasa, momento a momento
y hay que vivir cada uno plenamente
porque sea cual sea la emoción, sutil o
duradera
cada momento vivido, nos guste o no, es experiencia
Buenas noches, dulces sueños!!
Carmen Rocamora
(contadora de historias)
23 de noviembre de 2013
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