La miseria está instalada en muchos rincones
de la Tierra y
afecta a miles de millones de seres humanos.
Según la definición de nuestra Real Academia
de la Lengua,
miseria
es:
“Estrechez, falta de lo necesario para
el sustento o para otra cosa, pobreza extremada”
El problema de la miseria es que llega a
matar a quienes la padecen, mientras que aquellos que han tenido la fortuna de
no conocerla jamás, ni se enteran.
Y sobre todo, el gran problema de la miseria
es que se ensaña de manera particular con la infancia, porque la miseria es
mezquina y busca el éxito a través del mínimo esfuerzo y claro, es mucho más
sencillo cebarse con los más pequeños, con esos seres indefensos que no han
tenido la opción de elegir en que parte del mundo nacer y han nacido en esos
rincones del planeta Tierra, donde la miseria consigue reinar, sin que las
grandes potencias mundiales, que todo lo pueden, hagan nada para destronarla.
Creo que, en general, no somos conscientes,
nosotros, los que habitamos esos otros rincones del planeta donde se acumula la
basura y los desperdicios, de lo que significa pasar un día tras otro viendo cómo
la falta de lo necesario para el sustento, cómo la pobreza extrema, nos devora
y acaba arrebatándonos a nuestros hijos, sin que podamos hacer nada para
evitarlo y sin que nadie acuda en nuestra ayuda.
Debe ser terrible vivir el día a día de esa
manera y sin embargo, ocurre, esta ocurriendo mientras yo estoy sentada delante
del ordenador escribiendo esto.
El otro día, al abrir el frigorífico para
prepararme la cena, tuve una especie de “flash” y delante de mí, mezclándose
con los botes de cerveza y coca-cola, el jamón de york y la pechuga de pavo, el
queso fresco y los yogures 0%....., apareció ante mí la imagen de una mujer que
no tenía nada ni para ella misma, ni para sus hijos, absolutamente NADA….. y
cerré la puerta del frigorífico con una mezcla de gratitud, por aquello que yo
tenía y tristeza, por todo lo que le faltaba a ella y, francamente, se me pasó
el apetito y cené lo primero que encontré, sin ganas, invadida por la
impotencia de ser consciente de lo poco o nada que podía hacer yo, para aliviar
lo que ocurre en otros lugares de este mundo.
Esta mañana, al abrir mi correo electrónico,
tenía un mensaje de Médicos Sin Fronteras, me comunican que hoy es el “Día
Mundial de la Malaria”
y de nuevo ha venido a mi mente ese “flash” comparativo…… porque resulta que aquí,
en nuestro mundo, el próximo domingo se celebra el “Día de la Madre”, ya ves!!!.
El caso es que, por ese correo electrónico,
he podido saber que la malaria es una de las muchas enfermedades que
atacan a la infancia que vive en la miseria y que por lo visto se ha encontrado
un tratamiento nuevo que salvaría la vida de muchas niñas y muchos niños,
cuando los gobiernos africanos acepten llevar a cabo el cambio de ese nuevo
tratamiento con artesunato por el tratamiento tradicional que se viene aplicando
con quinina.
Y en eso están ahora inmersos los de “Médicos sin fronteras”, en lograr que ese
cambio se produzca “YA” y mientras tanto, solicitan nuestra ayuda para
seguir investigando, para hallar y poder aplicar los medicamentos que permitan
salvar las vidas de las niñas y niños de la miseria.
Así que, me he liado a escribir, porque con
independencia de lo que cada cual de nosotros pueda o no pueda hacer por esas
niñas y niños de ese otro mundo, a mí me ha resultado útil encontrar una manera
de hacer algo, comprando las “pastillas contra el
dolor ajeno”, que,
como comentan quienes han promovido esta idea:
“Es un acto simbólico pero, a la vez, de gran
impacto: comprando esta caja de caramelos -de venta exclusiva
en farmacias- y al precio de sólo 1 euro estás
colaborando en una campaña solidaria de ayuda a enfermos olvidados”
Además los caramelos vienen muy bien si
tienes catarro.
En fin, que se me ha ocurrido compartir estos
pensamientos y recomendaros que compréis esas pastillas, pensando que con ello
tal vez ayude a esas niñas y niños, a ese gran grupo de seres humanos, que
viven en la miseria y de paso, tal vez yo me sienta menos impotente…. y menos
culpable de mi suerte.
Y eso es todo, con mis saludos y mis mejores
deseos en este lunes de pascua.
Carmen Rocamora
(contadora de historias)
25 de abril de 2011
(lunes de Pascua en Alicante)
HOLA: cuñada da mucha penita y encima en estas fechas se deberia de hacer algo pero con tanto ladron,no llegaria nada.
ResponderEliminarLos caramelos es una buena idea y ademas vienen muy bien "bueno hasta lueguo"
TRINI