Algunas veces las mariposas no revolotean en el estómago
se cuelan por todas partes, se posan en cualquier hueco
su contínuo movimiento genera excitación y nervios
y no hay manera de que detengan su incesante aleteo
Otras veces las mariposas dan paso a unos bichos diminutos
que impunemente se pasean por íntimos recovecos
provocando sensaciones de angustia y desasosiego
y no hay forma de cazarlos, son demasiado pequeños
Sentir una cosa u otra me altera y me descoloca
porque estoy a su merced y no soy dueña de mis tiempos
porque no puedo ser yo mientras las unas y los otros
estén campando a sus anchas invadiendo mis adentros
Y de repente…. Se van!! las mariposas y los bichejos
llevándose tras de sí las angustias y los nervios
devolviéndome el control sobre mi mar y mi cielo
y siento cómo de pronto… la calma viene a mi encuentro
Y sé que vuelvo a ser yo y siento que ya me tengo….
Buenas noches!, dulces sueños!
Carmen Rocamora
(contadora de historias)
26 de mayo de 2017